Uruguay: l'installazione di alcune cartiere genera un conflitto tra governo e ambientalisti

Ambientalistas uruguayos y argentinos no están satisfechos con la posición del presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, de instalar industrias de celulosa en el país. Ayer, 19, Vázquez dijo en un programa televisivo que las plantas de celulosa que se instalarán en la localidad de Fray Bentos no son contaminantes. Según la agencia Comcosur ello garantizó que el gobierno hará controles estatales y que la tecnología utilizada en la planta (la de Botnia) es la misma aplicada en Finlandia, "país europeo donde más se protege el medio ambiente".

Dijo textualmente:"Hay garantías de que la contaminación va a ser controlada por el gobierno". Sobre la segunda planta (la de Ence), Vázquez no realizó comentarios. Informaciones de la prensa argentina dan cuenta de que los dos establecimientos utilizarán el método denominado "Kraft", el que por cada tonelada de pulpa que se elabora libera a la atmósfera entre uno y tres kilos de dióxido de sulfuro, característico por su olor a huevo podrido. Luego, esas partículas se combinan con la humedad de las nubes y caen como "lluvia ácida".

En la Unión Europea, por ejemplo, este tipo de tecnología sólo podrá usarse hasta el año 2007, fecha en que la única opción para que este tipo de plantas siga funcionando en el viejo continente será reconvertirlas a la nueva tecnología menos contaminante que ya está disponible pero es más cara. La otra alternativa es trasladar esas plantas a países fuera de la Unión Europea, como Uruguay.

El presidente Vázquez dijo también que "tenemos que demostrar (a Argentina) la seriedad de los procedimientos que se están llevando adelante", e hizo hincapié en que estas dos industrias van a permitir generar muchos puestos de trabajo para los uruguayos, que tanto los necesitamos".

Sin embargo, según la prensa uruguaya, la reunión del grupo técnico binacional (Argentina-Uruguay) que iba a analizar el impacto ambiental en la zona del río Uruguay, donde se pretenden instalar las dos fábricas, fue cancelada en la semana pasada ante la negativa uruguaya de presentarse a la cita. Hace dos semanas fracasó la primera reunión, que se debía realizar en Montevideo, también por decisión de los uruguayos. En ese entonces, los vecinos de Gualeguaychú consideraron que la ausencia de los técnicos uruguayos fue una maniobra dilatoria mientras avanza la construcción de ambas plantas. El gobierno uruguayo también ya planteó por escrito al gobierno argentino su protesta por la oposición a la construcción de plantas de celulosa sobre el Río Uruguay.

Las dos plantas de celulosa implican para Uruguay una inversión de casi 1.700 millones de dólares. Una es Botnia de Finlandia con inversiones previstas por 1.200 millones de dólares y la segunda es Ence de España con casi 600 millones de dólares.

Recientemente manifestantes argentinos y uruguayos cortaron el puente internacional que une la ciudad argentina de Gualeguaychú y la ciudad uruguaya de Fray Bentos contra la negativa del gobierno uruguayo a conformar la comisión de estudio de impacto ambiental sobre las plantas papeleras. Los ambientalistas ya reunieron el pasado 30 de marzo a más de 30 mil personas en el puente internacional en contra de la instalación de dos papeleras sobre el río Uruguay