Latina

Il BID è una banca per lo sviluppo o per la distruzione?

19 novembre 2005
Roberto Pineda

En una reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Uruguay en 1961, Che Guevara criticó al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por ser una institución dedicada a financiar la construcción de los retretes fuera de la casa – un ataque contra los proyectos sanitarios del BID. Desde entonces, sin embargo, el BID se ha convertido en el banco regional más viejo y más grande del mundo, con una capacidad de préstamo que llega a los US$ 8.5 mil millones, lo cual implica alrededor de 6,000 contratos de bienes y servicios cada año.

Fundado en 1959 (con US$ 1 mil millones provenientes del Presidente Eisenhower de EE.UU. para evitar la propagación de la revolución cubana), la meta del BID era aparentemente promover el desarrollo económico y social de América Latina. Ha manejado más de US$ 280 mil millones en proyectos que abarcan todos los sectores de la economía de un país: la agricultura, la comunicación, la educación, la energía, el medio ambiente, la salud, la industria, el transporte, el agua, etcétera. En 2003, durante diez años seguidos, el BID era la fuente más grande de financiamiento multilateral (US$ 8.9 mil millones) para América Latina y el Caribe.

Miembros:

El BID tiene 46 países miembros: 26 países prestatarios en América Latina y el Caribe y 20 países no regionales: Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay, y Venezuela. Los 20 países no regionales son: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda, Israel, Italia, Japón, Noruega, Portugal, Reino Unido, Suecia, y Suiza.

Un dólar, un voto:

En el BID, el poder del voto se basa en la contribución financiera de cada país: Todos los países de América Latina y el Caribe, el 50 por ciento; Estados Unidos, el 30 por ciento; Japón, el 5 por ciento; Canadá, el 4 por ciento; y los otros países no prestatarios, el 11 por ciento. La verdadera influencia de Estados Unidos sobre el BID es mucho mayor que su poder votante. La oficina central del BID se localiza unos cuantos cuadros de la Secretaría de Hacienda de EE.UU., que asume un papel clave en la elaboración cotidiana de la política del BID. Siendo el país que contribuye más que cualquier otro al BID, EE.UU. determina la dirección de los préstamos del BID y juega un papel importante con su voto decisivo.

¿Qué hace el BID?

El BID juega un papel clave en América Latina y el Caribe para hacer cumplir los programas de ajuste estructural del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El BID obliga a los países a implementar programas económicos severos como requisito básico para conseguir cualquier tipo de ayuda. En general, estas condiciones incluyen privatizar las empresas públicas, reducir los gastos sociales en cuanto a servicios importantes como la educación, la asistencia sanitaria, la vivienda, y el empleo público, y abrir la economía nacional a las corporaciones extranjeras. Los pobres y los excluidos del poder son los que han tenido que aguantar lo más duro de estas reformas, mientras las corporaciones siguen saqueando los recursos naturales de los países latinoamericanos y caribeños.

Como el Banco Mundial, el BID proporciona tres tipos de préstamo:

· Los préstamos de inversión que financian diversos proyectos, por ejemplo la agricultura, el crédito, la educación, la energía, el medio ambiente, la salud, la limpieza, y el transporte,

· Los préstamos de ajuste sectorial (también se llaman préstamos políticos) que aportan financiamiento a la privatización de los servicios públicos y la reforma de las operaciones del sector público, y

· Los préstamos de ajuste estructural que exigen cambios de la política económica por el país destinatario. Estos préstamos exigen que los países abran sus economías a más explotación por parte de las corporaciones extranjeras.

El BID y el Libre Comercio:El BID es el motor que impulsa las negociaciones y las políticas del libre comercio en América Latina. Sus políticas económicas neoliberales crean las condiciones económicas que responden a las necesidades de las corporaciones mientras destruyen el medio ambiente y profundizan la pobreza. Apoya de manera considerable al ALCA y al CAFTA (Tratado de Libre Comercio de América Central):

· Mayor apertura a las corporaciones trasnacionales es central al ALCA y el CAFTA. El BID proporciona el financiamiento para los proyectos de integración económica regional, los cuales son precursores al libre comercio,

· El BID proporciona apoyo directo a la operación del Secretaría Administrativa (SA) del ALCA, que proporciona apoyo administrativo y logístico al proceso de negociaciones del ALCA. Desde 1995, el BID ha proporcionado más de US$ 10 millones en apoyo técnico directo al proceso,

· Los expertos de comercio trabajan íntimamente con los gobiernos para hacerles listos para el ALCA, a través de ayudarles a introducir leyes y regulaciones que cumplan con los requisitos del ALCA.

Resistencia

Las operaciones financiadas por el BID han causado mucho daño económico, ambiental y social, afectando negativamente a muchas de las comunidades indígenas más pobres de la región. Durante los 45 años de su existencia, el BID ha fracasado totalmente en su misión de mejorar las economías de América Latina. Sus propios estudios revelan que la mayoría de los latinoamericanos (72%) dicen que la privatización no ha sido una buena idea y el 62% dice que el neoliberalismo ha empeorado la situación económica.

Como resultado de la devastación social y ecológica de las políticas y los proyectos del BID, muchas comunidades están resistiendo:

· Varias comunidades indígenas en Honduras han impedido la construcción de cinco de las nueve represas sobre el río Lempa, que desplazarían a 20,000 indígenas Lenca,

· 12 de octubre, 2002: El Día de los Pueblos Indígenas, más de 60,000 personas bloquearon las carreteras, tomaron los aeropuertos, agitaron las puertas de las embajadas mexicanas y estadounidenses, cerraron los pasos fronterizos, y denunciaron el Plan Puebla-Panamá (PPP) del BID. También protestaron en contra de las corporaciones como Coca-Cola, exigiendo que dejen de robar sus recursos naturales y sus derechos básicos,

· Octubre de 2002: Alrededor de 30,000 salvadoreños bloquearon las carreteras, los puentes y los pasos fronterizos en 11 lugares a través del país, manifestándose en contra del PPP. Triunfaron sobre el PPP cuando los representantes del gobierno se vieron obligados a detener la construcción del “loop” principal de la carretera de circunvalación de San Salvador. La construcción habría destruido más de 500 casas de las comunidades marginales,

· En septiembre de 2003, el BID decidió financiar el gran gasoducto Camisea en Perú. El gasoducto pasa por una de las áreas más prístinas de la selva peruviana, y amenaza a las comunidades indígenas aisladas y las especies en peligro,

· Desde 2001, los manifestantes en contra del Plan Puebla-Panamá (PPP) han bloqueado las carreteras principales en Guatemala y México y han manifestado en los lugares en los que se localiza la infraestructura del PPP. Durante la reunión de la Organización Mundial de Comercio en Cancún, México el año pasado y la cumbre del ALCA en Miami, EE.UU. el noviembre pasado, ocurrieron manifestaciones para llamar la atención pública acerca del asunto,

· Los líderes de las organizaciones indígenas, campesinas y de base de todas las naciones de América Central y de México han armado foros internacionales dedicados a defender la cultura ecológica a través del istmo – y a oponerse al PPP, una esquema de mega-desarrollo para todo el istmo que está siendo impulsado agresivamente por el Banco Interamericano de Desarrollo. El primer Foro Mesoamericano ocurrió en la primavera de 2001, en Tapachula, Chiapas, después de que anunciaron el BID y el Presidente Vicente Fox de México el PPP. El segundo se convocó en el otoño de 2001 en Quetzaltenango, Guatemala. El tercer Foro Mesoamericano se convocó en julio de 2002 en Managua, Nicaragua. Asistieron más de 1,200 delegados y observadores, representando a más de 350 organizaciones de base. El cuarto Foro Mesoamericano se llevó a cabo en julio 2003 en Tegucigalpa, Honduras. Más de 1,500 personas participaron, representando a más de 400 organizaciones,

· Las comunidades indígenas y campesinas están metidas en una lucha por la vida, para mantener el control de sus recursos naturales, frente a los esfuerzos gubernamentales y corporativos por arrebatárselos. Los campesinos en la región de Texcoco, justo al noreste de la Ciudad de México, armaron un alzamiento a machete por nueve meses en contra de la expropiación de sus tierras por el nuevo aeropuerto de la capital. El 1 de agosto, 2002, después de unos enfrentamientos violentos que dejaron muerto a un campesino y heridos a decenos, el gobierno de Fox anunció que retiraba la orden de expropiación, así concediendo a los campesinos texcocanos una gran victoria,

· En México, las bases de apoyo zapatistas han bloqueado a menudo el acceso a la base militar principal de la región y se han solidarizado en contra del PPP, el ALCA y las políticas de la privatización del gobierno mexicano.

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