Colombia: lettera aperta di Rodrigo Garda., il "cancelliere" delle FARC, da un anno in carcere , dopo l'attentato al suo avvocato
En su comunicado el diplomático guerrillero, que fue recibido en muchos países latinoamericanos y sus gobiernos, también acusa al Estado colombiano por ser los verdaderos autores del secuestro que fue víctima Granda el 13 de diciembre del 2004.
En la carta, que llegó a este reportero en América Latina, Granda también acusa la fiscalía de ser cómplice de la impunidad tanto por el secuestro del guerrillero como el atentado contra su abogado:
“Ninguna mente honesta debe permanecer impasible ya que el silencio nos hace cómplice de las prácticas mafiosas del estado colombiano. Debemos atar la mano asesina y exigir investigación y castigo para los culpables. Se equivocan quienes creen que con este tipo de actos terroristas podrán enmudecer las voces que desde los estrados judiciales desenmascaran los abusos del poder”.
El 17 de noviembre fue víctima Ernesto Moreno Gordillo, uno de los dos abogados que tiene Rodrigo Granda, acusado en cuatros distintos procesos judiciales. Moreno fue baleado cuando salía de su residencia en el sur de Bogotá por dos sicarios en moto que le dispararon a la cara. De milagro sobrevivió el atentado y se recupera en estos momentos en un hospital de la capital colombiana.
El abogado Miguel González, en entrevista con este reportero el mismo del atentado, también denunciaba que el jefe de la Fiscalía Especializada (casos de rebelión y terrorismo) ha rechazado el permiso y el salvoconducto que tienen los abogados para poder visitar y trabajar con sus clientes. Según el abogado González, el Estado colombiano no solamente viola su propia constitución sino también las normas y acuerdos internacionales.
El atentado y las amenazas de muerte a los dos abogados de Granda fue ampliamente rechazados por varios sectores de la sociedad colombiana como abogados y organismos de derechos humanos.
Rodrigo Granda fue secuestrado el 13 de diciembre en Caracas cuando participaba en el Congreso Bolivariano, una conferencia internacional reunida en la capital venezolana. Fue llevado en un baúl por 16 personas, entre ellos varias, según Granda, con acento “país”, oriundos del departamento de Antioquia cuya capital es Medellín.
El comando, constituido por policías de SIJIN y policías corruptos venezolanos lo entregaron en territorio colombiano en la ciudad de Cúcuta, un municipio totalmente controlado e infiltrado por la mafia de los paramilitares. Ahí fue organizado una rueda de prensa que había sido convocado ya el día anterior por la presidencia que posteriormente decía que no sabía nada del secuestro de Granda.
Este es integrante de la Comisión Internacional de las FARC y no tenía orden de detención por parte de Interpol. Para el gobierno de Uribe Vélez, el hecho causó graves problemas con el gobierno del presidente Hugo Chávez que mantuvo un silencio durante cuatro semanas para investigar las interminables denuncias en América Latina sobre el secuestro de Granda. Pero cuando el gobierno de Caracas se pronunció, lo hizo en forma contundente, acusando al gobierno colombiano de ejercer un terrorismo internacional, secuestrando personas afuera sus fronteras.
Pero no solamente Rodrigo Granda ha sido víctima de una acción estatal colombiana. El general Alberto Ospina, comandante de las Fuerzas Militares colombianas, denunció a Gloria Cuartas, la ex alcaldesa del municipio de Apartado, región de Urabá, y actual secretaria general del Frente Social y Politico, por haber declarado abiertamente en una conferencia en Caracas, “libertad a Simón Trinidad”. Trinidad es otro destacado guerrillero, que fue secuestrado en la capital ecuatoriana cuando estaba tratando de entablar contacto con el delegado de Kofi Annan para preparar un intercambio de prisioneros de guerra. El general “comprobó” esa denuncia con una película de video hecha en forma clandestina en la conferencia por agentes colombianos de inteligencia del estado colombiano. El hecho fue caracterizado como una violación flagrante a la soberanía nacional venezolana.
Rodrigo Granda ya va a cumplir un año encarcelado en donde los fiscales y el Estado colombiano, y hasta agentes de FBI, de Estados Unidos, ha intentado en vano negociar con el guerrillero para dirigir sus denuncias contra el Secretariado del Estado Mayor de las FARC.
Comunicado de Rodrigo Granda
Ad un anno di distanza dalla mia presunta “detenzione”, risulta chiaro all’opinione pubblica nazionale ed internazionale che si è trattato di un’operazione occulta di sequestro realizzata dallo Stato colombiano all’estero, e per giunta nel territorio di un paese amico.
Sorprende come né la Procura Generale della Nazione, così scrupolosa quando si tratta di altri temi, né istanza giudiziaria della Repubblica alcuna, abbiano aperto un’inchiesta penale per fare chiarezza su un delitto tipificato come di lesa umanità, soprattutto nella misura in cui ha l’aggravante, come in questo caso, di esser stato commesso da alti funzionari dello Stato e del governo colombiani che l’hanno pianificato e finanziato, dando ordini espliciti ai fini dell’esecuzione dell’azione.
Di fronte alle schiaccianti prove che accusano questi funzionari, non c’è sopruso che essi non commettano nel tentativo di far tacere le voci che li denunciano, come nel caso dell’attentato contro il Dottor Ernesto Moreno Gordillo, realizzato il 17 novembre di quest’anno nel sud di Bogotá.
Nessuna persona onesta deve rimanere impassibile, giacché l’omertà rende complici delle pratiche mafiose dello Stato colombiano. Dobbiamo fermare la mano assassina ed esigere investigazione e castigo per i colpevoli. Si sbaglia chi crede che con questo tipo di azioni terroriste potranno ammutolire le voci che, dalle ribalte giudiziarie, smascherano gli abusi del potere. Bisogna esigere, dallo Stato colombiano, rispetto per la loro vita e piene garanzie affinché gli avvocati Miguel Gonzáles ed Alberto Acevedo, anch’essi minacciati di morte e che temo siano vittime dei miei sequestratori, alla ricerca della cancellazione delle prove, possano svolgere la loro funzione professionale.
Ai familiari del Dottor Ernesto porgo il mio saluto solidale e l’augurio di una pronta e felice guarigione. Non c’è bisogno di portare un megafono per sapere da che parte sono stati sparati i proiettili di odio e morte contro quelli che non si piegano di fronte ai nuovi Cesari.
«Secuestrato dallo stato colombiano
«Rodrigo Granda E.
«CC # 19´104,578 de Bogotá – TD 2892
«Cómbita, Nov. 18/2005. Por obvias razones se demorará en llegar a los medios»
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