Paraguay: approvata legge che apre la strada agli agrotossici e alla monocoltura della soia

Dal 2003 il Paraguay detiene il poco invidiabile primato di essere un paese tra i più contaminati dalla soia: l'allarme, lanciato dalla Fao, rischia adesso di moltiplicarsi per via della recente legge approvata dalla Camera del Senato, che apre la strada all'utilizzo indiscriminato dei prodotti agrotossici nocivi, i cui effetti sulla salute dei cittadini, dell'ambiente, dei neonati e dell'ecosistema in genere saranno letali.
La legge, nota sotto il nome di Ley de Control de Productos Fitosanitarios de Uso Agricola, ha suscitato le forti proteste di indigeni, campesinos e organizzazioni non governative, ma ha sicuramente fatto un enorme regalo alle potenti lobbies agricole riunite sotto le sigle di Coordinadora Agrícola del Paraguay, Unión de Gremios de la Producción e Asociación Rural de Paraguay. La produzione della soia transgenica e i potentati dei sojeros si sono installati nel paese fin dagli anni '60, in maggioranza provenienti dal vicino Brasile e attratti dalla facilità con cui il regime di Stroessner (la più lunga dittatura sudamericana durata dal 1954 al 1989) consegnava loro le terre. La distruzione di migliaia di ettari di boschi e l'utilizzo ininterrotto degli agrotossici, uniti all'imposizione della monocoltura della soia, aveva già causato numerosi casi di morti o malformazioni genetiche da contaminazione nei bambini nati soprattutto nei dipartimenti di Itapúa, Alto Paraná e Canindeyú. Uno studio della Sociedad Paraguaya de Pediatría svolto tra il 2006 e il 2007 nel dipartimento di Itapúa affermava che il 40% dei bambini nati da madri che hanno avuto un contatto diretto o indiretto con gli agrotossici appena dopo il parto già presentavano malformazioni congenite. L'espansione dell’agricoltura industriale e la conseguente monocoltura della soia nel biennio 2007-2008 ha già toccato i 2,8 milioni di ettari, più del 5% dell'area totale di estensione del paese.
E' per questi motivi che il movimento ambientalista Salva la Selva e la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc) hanno deciso di scrivere una lettera al presidente Fernando Lugo affinché vieti questa legge e difenda così i diritti delle migliaia di indigeni e contadini costretti ad abbandonare le loro comunità, dove ormai la contaminazione da agrotossici ha da tempo raggiunto livelli altissimi che non permettono loro di mettere in pratica i sistemi tradizionali di coltivazione e li costringono a trasferirsi ai margini delle grandi città perdendo tutti i loro appezzamenti di terreno. Il presidente Lugo, scrivono i movimenti, ha la possibilità di non firmare la legge e di rimandarla al Congresso per una revisione: sarebbe una presa di posizione storica in un paese dove la pressione dell'agronegozio e dei produttori della soia sul governo paraguayano è molto forte. Oggi il Paraguay si è trasformato nel quarto esportatore mondiale della soia, e l'eventuale ratifica della Ley de Control de Productos Fotosanitarios de Uso Agricola da parte del presidente Lugo violerebbe i diritti umani fondamentali alla vita, alla salute e a vivere in un ambiente sano, tutti princìpi sanciti dalla Costituzione del paese.
Questo è il testo della lettera, che si può ricavare dal sito http://www.salvalaselva.org/, da sottoscrivere e inviare al presidente Lugo:

A. S. E.
Señor Presidente de la República del Paraguay
Don Fernando Lugo Méndez
Palacio de Gobierno

Estimado Sr. Presidente Lugo:

A través de esta carta quiero manifestarle mi profunda preocupación por la grave situación ambiental que padece el Paraguay debido a la expansión de cultivos extensivos y el uso indiscriminado de agrotóxicos. El monocultivo de soja atenta contra la vida y la salud de los sectores más vulnerables de la población, destruye la producción agrícola de subsistencia y seca y contamina las fuentes de agua dulce cada vez más escasas en el mundo.Esta situación empeorará aún más con la reciente aprobación de la Ley No. 3742/09 “De Control de Productos Fitosanitarios de uso Agrícola”. Por ello le interpelamos a que vete esta ley, haciendo uso de sus atribuciones constitucionales previstas en el art. 238 inc. 4, como Presidente y representante del pueblo paraguayo. La mencionada ley:
Atenta contra los derechos humanos más básicos: a la vida, a la salud y a vivir en un ambiente saludable, cuya protección por el Estado paraguayo se encuentra garantizada por la Constitución.Significa un notable retroceso para la legislación ambiental constituyéndose en una propuesta diseñada para crear aún más impunidad para el agronegocio. La ley contempla la eliminación o flexibilización de disposiciones vigentes sobre franja de seguridad, franja de bosque protector, barrera viva y aviso previo para pulverización aérea orientadas a defender la vida, la salud, las fuentes de agua dulce y el ambiente en general con el objeto de disponer de mayor superficie para el cultivo y utilización de agrotóxicos.
Además elimina al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y a la
Secretaría del Ambiente de toda participación en el ámbito de los plaguicidas, dando atribuciones inconstitucionales al Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE): atribuciones en Salud Pública y en Ambiente que están a cargo de los Ministerios del ramo.Viola diversos acuerdos internacionales ratificados por el Paraguay, entre ellos: la Convención Americana de Derechos Humanos; la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño; la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales- PIDESC, el Convenio de Rotterdam de consentimiento previo por regular el control de los plaguicidas solo a partir ingreso al territorio; el Convenio de Basilea al no contemplar la gestión integral de los plaguicidas obsoletos, considerados residuos peligrosos y altamente tóxicos y la Declaración de Río. Contraviene además principios contenidos en la Agenda 21, entre ellos, el principio precautorio y los imperativos de salud y de seguridad.
Así también le solicito que ponga en ejecución de forma urgente y con todo el apoyo de las instituciones públicas, el decreto 1937/09 “Por el cual se establecen medidas sanitarias para el uso adecuado de plaguicidas en la producción agropecuaria”. Esta medida originada en el Ministerio de Salud y que cuenta con la aprobación de la Secretaria del Ambiente, reúne varias normas vigentes vinculadas con la aplicación de plaguicidas, que hasta ahora no se aplicaban y promulga medidas punitivas, con el objeto de dar una mayor protección a la vida, a la salud y al ambiente.
Exhorto al Gobierno del Paraguay a rechazar el continuismo corporativo que representa el modelo agroexportador de la soja transgénica y su paquete de agrotóxicos. Solicito el rechazo de proyectos que atenten contra la vida, contra la salud y contra el ambiente y que no respeten la voluntad de la población local.
Aliento finalmente a poner sus mejores esfuerzos por mejorar la situación ambiental y de salud de la población paraguaya. Esperando una respuesta positiva por su parte, le saludo atentamente.