Colombia: il piano antipatriota
Colombia, el Plan Antipatriota
Jaime Galarza Zavala *
Resonante escándalo ha causado la revelación hecha por el diario El Tiempo,
de Bogotá, de la puesta en práctica del plan bélico de Álvaro Uribe,
bautizado con el nombre burlesco de PLAN PATRIOTA, cuando es lo más
antipatriota que pudo concebirse en la patria de Jorge Eliécer Gaitán, el
líder liberal nacionalista asesinado el 9 de Abril de 1948 y cuya muerte dio
piso a la violencia que nunca se apagó hasta hoy.
No puede ser patriota un plan forjado y financiado por Washington, armado
por los torturadores del Pentágono, dirigido y asesorado por generales y
sargentones norteamericanos cuyos crímenes de guerra en Irak habrán de
arrastrarlos cualquier día a la Corte Penal Internacional que Bush El
Exterminador no ha podido exterminar, con toda su política de presión,
amenazas y chantaje dentro de la ONU.
No puede llamarse patriota un plan pensado por compañías petroleras
multinacionales como Occidental o Texaco, apoderadas de concesiones
colosales en el Putumayo referidas a estructuras subterráneas que son las
mismas que posee el Ecuador en la Provincia de Sucumbíos y por las cuales
acá los ecuatorianos hemos sufrido etnocidio, asesinato de líderes, masacre
forestal y contaminación generalizada de aire, suelos y aguas, como consta
de las demandas planteadas por nuestros indígenas de la Amazonía en
tribunales de Estados Unidos.
No puede calificarse de patriota un plan dirigido a perpetuar el poder de la
oligarquía colombiana, gracias a la cual mil billonarios despellejan a 42
millones de pobres de la ciudad y del campo.
Y es que allí está el secreto del Plan Antipatriota, como en justicia debe
nombrarse. En el maridaje del Imperio del Dólar con la minúscula camarilla
de latifundistas, grandes ganaderos, banqueros corruptos e industriales
monopolistas que configuran el entorno de Uribe, para no hablar de la cúpula
militar que ha cada rato queda en cueros por el pillaje practicado en los
presupuestos y los vínculos con el narcotráfico, como se evidenció
recientemente cuando se sorprendió un alijo de drogas nada menos que en el
buque insignia de la Armada colombiana.
El resto es la basura social de la descompuesta sociedad colombiana que
recluta sicarios y mercenarios para conformar escuadrones de la muerte que
asesinan a los niños de la calle, en las alcantarillas donde duermen,
calificándolos de desechables y organizar a la vez fuerzas paramilitares,
cuyos jefes se divierten masacrando campesinos y degollándose unos a otros,
como se asegura que ha sucedido en estos días con Carlos Castaño, el capo de
estas fuerzas, que también siembra el terror en las poblaciones fronterizas
ecuatorianas.
Que Uribe y los altos mandos recurran al paraguas norteamericano es
perfectamente comprensible dado que las Fuerzas Armadas de Colombia han
perdido el control del país, como lo evidencia la presencia de más de 120
frentes guerrilleros diseminados por toda la nación, entre los cuales la
mayoría corresponde a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), seguidas por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y rematadas
por el Ejército Popular de Liberación (EPL).
También resulta explicable que Uribe y sus socios busquen desesperadamente
el apoyo de los gobiernos vecinos para intentar derrotar a las guerrillas
que ellos no han podido vencer en medio siglo de abundantes remesas de
dólares, cargamentos de armas modernas, radares, satélites, aviones
invisibles, etc.,etc.
Lo intolerable es que el Presidente Lucio Gutiérrez líder de América según
Uribe), el canciller Patricio Zuquilanda y el Ministro de Defensa General
Nelson Herrera jueguen a la guerra colombiana conforme los dictados del
General James Hill, Jefe Supremo del Comando Sur, mientras declaran que nada
conocen, nada saben, nada les ha informado Colombia ni han visto las orejas
del intervencionismo militar estadounidense que está en plena marcha y para
el cual la Base de Manta está perfectamente diseñada desde el comienzo. Por
algo se hizo la ampliación de la Base Aérea Eloy Alfaro hace dos años a fin
de dar cabida simultánea a grandes aviones de transporte y helicópteros
Black Hawk. Por algo el General Hill ha visitado cuatro veces el Ecuador en
menos de un año, reuniéndose con mandos y tropas ecuatorianos, regalándoles
17 mil uniformes usados, y dotándoles a las guarniciones fronterizas con
ametralladora de 1.500 tiros por minuto y 2.000 metros de alcance. Por algo
quieren montar nuevas bases en Galápagos, Cuenca, Guayaquil, Lago Agrio,
Loja, El Reventador, Machala, etc. Por algo esa especie de generala en jefe
del Ejército ecuatoriano, la embajadora Khristie Kenney visita nuestros
cuarteles y declaró, refiriéndose a los preparativos bélicos del Ecuador:
"El trabajo es excelente. Además en Orellana está la Escuela Antinsurgencia,
que es la mejor del hemisferio" (El Comercio. Abril 2, 2004). Escuela, desde
luego, controlada directamente por el Pentágono.
Pero Lucio Gutiérrez no sabe nada y sus ministros nos toman el pelo a doce
millones de ecuatorianos al declararse ignorantes de las nefastas
consecuencias que desde ya tiene para el Ecuador el Plan Antipatriota
Este sometimiento al Plan del Pentágono lo vamos a pagar caro. No solamente
cargaremos con la pobreza, el desempleo y la angustia de millares y millares
de refugiados colombianos, sino también con la estampida de nuestra propia
población fronteriza, que de hecho ha comenzado con las 37 familias que
acaban de huir de Sucumbíos más hacia el sur de nuestra patria.
Situación que se agudizará al ritmo que crezca la Operación Yunque y
Martillo en que las fuerzas militares colombianas, el martillo, golpearán a
los insurgentes para correrlos hacia nuestro frontera, donde les esperará el
yunque, las fuerzas ecuatorianas, para apachurrarlos. Sólo que es estúpido
suponer que lo logren nuestros generales. Cuando no han podido hacerlo en
medio siglo los mandos colombianos, expertos en guerra antiguerrilla, con
todo el apoyo norteamericano que se les ha brindado. Lo que ocurrirá en este
caso, es que además de los refugiados y de gasto militar que nos volverá más
pobres todavía, cargaremos con nuestros soldados y conscriptos muertos,
entre los cuales no habrá un solo miembro del Alto Mando, tan ocupado en sus
tours vacacionales, sino un montón de Chiluizas y Piguaves. Como siempre.
una veintena de libros. altercom@andinanet.net
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