Argentina: i regali della Monsanto
Monsanto y las regalias semilleras en Argentina
Acto uno: tiempo de contaminar
1996- Argentina aprueba el cultivo comercial de la soja RR y, a partir de
allí, la multiplicación de la semilla por parte de los agricultores crece al
mismo ritmo geométrico que crece el cultivo de la soja RR. La expansión del
cultivo de soja RR de una superficie de menos de 1.000.000 Ha en el año 1996
a más de 9.000.000 Ha en el 2001 tiene mucho que ver con la multiplicación y
venta 'ilegal' de la semilla a través de la llamada 'Bolsa Blanca'. Por esta
misma vía se expande el cultivo de la soja RR a Brasil, Paraguay y Bolivia
donde los transgénicos están prohibidos.
La ley de semillas de la Argentina (1) sólo permite que los agricultores
guarden semillas para uso propio y no autoriza su comercialización (que es
lo que se hace con la 'bolsa blanca'). Sin embargo, Monsanto permanece en
silencio frente a todo este proceso observando cómo su tecnología (soja
resistente al glifosato y el mismo glifosato) se expande por todo el Cono
Sur de la mano de las ventajas que el modelo de agricultura industrializada
de la siembra directa les ofrece a los grandes terratenientes de la región
pampeana y sus zonas limítrofes.
Ningún reclamo se escuchó en esos años de parte de la empresa confirmando lo
que muchos sospechábamos: la expansión de los cultivos transgénicos a través
de la contaminación y la violación de las leyes de cada país fue una
estrategia conciente e intencional de las grandes corporaciones y se repitió
con diversas variantes en diferentes regiones del mundo.
Acto dos: tiempo de amenazar
2001- Con el cultivo de soja transgénica impuesto en Argentina y en plena
expansión en toda la región, Monsanto comienza a amenazar a los productores
agrícolas sobre el uso 'ilegal' de su semilla y a exigirle al gobierno
argentino que haga cumplir la ley. En ese momento se realizaron varios
operativos policiales pero la práctica de comercializar la semilla de
producción propia continuó. Y, de la misma manera, continuó la expansión del
cultivo de soja en la región avanzando la frontera agrícola sobre los
últimos bosques existentes en la región chaqueña y otros ecosistemas
frágiles de Argentina, Paraguay y Brasil. Ya para ese entonces la soja
'Maradona' (nombre que se le daba a la semilla traficada ilegalmente desde
Argentina) era famosa en Brasil.
Al mismo tiempo Monsanto ya aplica a través de los licenciatarios de sus
semillas (Nidera por ejemplo) desde 1999 el cobro de 'regalías extendidas':
cobra a los agricultores un monto de U$S 2 más IVA e impuestos por cada
bolsa de 50 kilos de semillas que se guarden para uso propio (2). Esta
cláusula de los contratos de venta de la semilla va contra la misma ley de
semillas que, como antes decíamos, permite el uso propio sin
condicionamientos de ningún tipo. Ninguna voz se escuchó desde el gobierno
argentino sobre la ilegalidad de este tipo de exigencias.
La 'regalía extendida' tiene como objetivo, según la empresa, 'el recupero
de la inversión realizada en investigación y desarrollo genético, con un
menor valor y una base más amplia y justa de cobro, que se suma a la regalía
pagada en la semilla certificada'. Pero Monsanto iba por más.
Acto tres: tiempo de cobrar
2004- Monsanto comienza el año con un despliegue espectacular e informa en
febrero de 2004 que 'nos salimos del mercado de soja en la Argentina porque
para nosotros no es rentable' y señala que la principal razón de la retirada
es la alta difusión entre los agricultores de las semillas 'ilegales',
conocidas como 'bolsa blanca' (3). En ese momento, promete dedicarse al
negocio del maíz y el sorgo y niega rotundamente que se trate de 'presiones
al gobierno'.
Pocos días después, el Secretario de Agricultura de la Nación, Miguel Campos
'casualmente' da a conocer que el gobierno está estudiando la creación de
una Ley de 'regalías globales' por el que se crearía un Fondo de
Compensación Tecnológica. Este fondo sería manejado por la misma Secretaría
y consistiría en una alícuota que los agricultores pagarían con la venta (a
acopiadores y exportadores) de soja (entre el 0,35 a 0,95 por ciento del
precio de venta) que se destinaría a las empresas semilleras (4).
De esta manera, se comienza a instrumentar el cobro de un impuesto desde el
gobierno destinado a financiar a Monsanto. Casi como los 'derechos de los
agricultores', pero aplicados a la inversa. El Proyecto obtuvo un rechazo
bastante masivo por parte de las organizaciones de agricultores y no avanzó
durante los últimos meses en su tránsito por el Parlamento. De hecho, nunca
fue ingresado formalmente al Congreso sino que fue apenas presentado por las
autoridades a las Comisiones.
Esta situación es la que ha llevado al nuevo 'acto' de Monsanto durante la
última semana cuando declara que para cobrar las regalías por el gen RR
introducido en la soja (y para el cual no tiene patente en Argentina)
procederá a cobrar las mismas en los puertos de destino de la soja argentina
donde la patente está vigente (5). La ofensiva incluyó una solicitada en los
principales diarios el día 19 de agosto declarando 'que sólo el 18 por
ciento de los 14 millones de hectáreas que se cultivaron con soja en
Argentina durante el ciclo 2003/04 fue sembrado con semillas certificadas y
vendidas en el mercado legal'.
Esta vez el show incluyó fuertes declaraciones del Secretario de Agricultura
diciendo que el mecanismo exigido por la firma para cobrar regalías por la
soja transgénica es 'extorsivo e inaceptable' porque 'en un país serio el
pago de los derechos debe encauzarse por las vías institucionales' (6).
El día 22 de agosto se realiza una reunión entre las autoridades, Monsanto y
las organizaciones semilleras en las que se dejó de lado todo el
histrionismo puesto en escena días atrás para llegar a un acuerdo: la
creación de un 'Fondo de Compensación Tecnológica' en el curso de los
próximos 45 días, el cual se estaría instrumentando antes de fin de año a
través de una Ley o una resolución del Ministerio (7). Una vez más, Monsanto
se sale con la suya.
El final de este drama tiene final abierto; pero seguramente no serán los
pequeños agricultores quienes salgan ganando y será la sociedad argentina la
que terminará pagando estas regalías.
1- Ley de Semillas 20247
2- Nidera
3- La Opinión de Rafaela
4- Bolsa de cereales
5- AGM News
6- Infobae
7- La Nación
redaccion@argenpress.info info@argenpress.info
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